Saturday, May 24, 2008

Estoy perdida en una utopía.

Es un universo paralelo en donde sólo el sabor de ti me mantiene viviendo.

Es también dimensión desconocida en la que la imagen de tu silueta guía las locuras de mi corazón.

Una ilusión que podría llamarse irrisoria pues el sonido que sale de tus labios hace nacer la alegría en mi alma.

Una realidad inalcanzable en la que el sueño más creíble es en el que el licor de tu piel calienta la brisa de la primavera...

Tuesday, May 06, 2008

¿Cuándo será el día en que te pueda olvidar? ¿No debió haber ocurrido ya?

Hoy me levanté con ganas de responder ésas interrogantes, así que agarré una mochila, metí en ella una botella grande de paciencia, un paraguas de fuerza, una ensalada de recuerdos, una botana de valentía, una brújula de esperanza y una sudadera de perdón.

Comencé mi camino al amanecer. El viento era frío y unas densas nubes grises empañaban el cielo, y aún así, seguí adelante.

La primer parada fue el lugar en el que empezó nuestra historia. Le hice mis preguntas y me dijo que no lo sabía y que aunque lo supiera, lo mejor era que o hiciera toda la travesía.

Le agradecí y continué el recorrido por todas sus salas. y en cada una, la respuesta fue la misma: "tal vez".

Hacia medio día, una fina llovizna caía uniformemente sobre mi cabeza y mi resolución comenzaba a flaquear con cada minuto transcurrido. Apenas llevaba la primera parte de la novela del tiempo que fuimos.

Decidí descansar, así que me senté a la mitad de la explanada. Seguía lloviendo, pero, como siempre, mi espíritu de niña estaba fascinado con la idea de un poco de lluvia sobre mi piel.

Volví a andar, ahora al calendario le preguntaría ¿en qué momento dimos la vuelta al callejón sin salida? Pasé por enero, febrero y marzo: supe que ellos no podrían responder; tenían caras de felicidad contagiosa y, francamente, no quise arruinar las memorias de los momentos más lindos de nuestra historia, así que decidí no preguntarles a ellos.

Sin embargo, abril y mayo no parecían contentos en absoluto. Me acerqué a ambos. El primero miró confundido al segundo, quien le devolvió una mirada de desesperada tristeza. Ni qué decir de junio, julio y agosto. Ellos simplemente se concentraban en no dejar escapar emoción alguna... que no fuera de aparente felicidad. Por su parte septiembre fue de total indiferencia.

Octubre sin embargo... vaya eso sí que iba a ser difícil... Me miré estallar, sin que siquiera me diera cuenta de todo el dolor que me había bebido... que me embriagó hasta que no pude soportarlo más y vomité todo ese sentimiento de culpa, melancolía, resentimiento...

Noviembre se veía... húmedo. Volví a verme a mí misma, ahora llorando cada vez que pensaba en lo que dejé perder. Seguía sin comprender qué fue lo que pasó. Creo que será una pregunta retórica por un buen rato...