Saturday, November 05, 2011

-¡Es mentira!¡Todo lo que te dije y también lo que callé es mentira!-, grité con todo el aire que mis pulmones y diafragma pudieron manejar.- Por favor, deja de lado la tortura y decide de una buena vez. ¿Qué no sabes que  la lejanía entre tus labios y mi cuello, entre mis labios y tu piel son mil jirones de cristal que rompen con la certeza de tu querer?

Suspiro y recuerdo todo el tiempo. Dos años. Se dicen poco... o mucho. Pero esos 730 días van a ser de los que nunca se olvidan. Bueno, no todos. Pero definitivamente muchos sí voy a recordarlos, incluso cuando tenga demencia senil... o peor aún: Alzheimer. Ok, quizá exagero; aunque de verdad creo que muy en mi inconsciente se grabaron un friego de momentos y sensaciones. Y todo es tu culpa. Y sí, sé que estoy evadiendo el tema. Sí, lo estoy haciendo a propósito. Sí, también sé que no debería, que es mejor escupirlo todo y dar este asunto por concluido.

Vaya. Nunca pensé que fuera a ser tan difícil escribir... en realidad ya no tengo idea de lo que vine a escribir ¿a caso vine a contar mi historia?¿NUESTRA historia? Porque te guste o no, tú dejaste marca en mi vida. Y yo dejé marca en la tuya, aunque la bloquees y la niegues y le rehuyas todo lo que quieras. Ya acepté el hecho de que tú jamás vas a reconocer lo que de verdad estuvo ahí. No importa. El punto es que he aprendido a saber (extraño, ¿no?) que en las noches en las que más solo te sientas, ahí voy a estar yo, regresando a tus pensamientos. Y entonces te darás cuenta de lo que pudiste haber tenido y nunca te atreviste a reclamar como tuyo. Qué curioso, ¿no? Casi me rogaste que te diera mi cuerpo, y yo casi te rogué para que reclamaras mi alma. Tú me diste voluntariamente tu cuerpo, y aunque no me diste tu alma, yo sé que reclamé un pedacito de ella para mí. All in all, creo que yo tengo más de ti que tú de mi.

Pero volviendo al tema... sí, nuestra historia. El primer beso seguido de cascadas de más besos indiscretos, paseos lánguidos, ruptura, carta al confesor que siempre fuiste. Silencio. Acercamientos tímidos, charlas estéticas, mensajes a la depositaria de tu deseo. El segundo primer beso. Intercambio de ideas sensualistas, rendezvous cibernéticos a la mitad de la noche a la mitad del verano, el clímax que fue el salto al precipicio... y la inevitable pareja de recuento y reencuentro. Lástima que decidiste cerrar la puerta, porque nunca he sido de las que permanece mucho tiempo en un lugar si no encuentro un buen motivo para quedarme.

Claro que esto último fue un poco mentira: tú eres suficientemente buen motivo para quedarme, pero no lo haré porque cada vez que me acerco tú te alejas; es como aquella pesadilla recurrente en la que nunca alcanzo lo que más amo. Y cuando lo alcanzo resulta ser sólo un espejismo. Irónico, ¿no crees? Aquello que intentaste proteger de mi fue lo que terminó rompiéndose y alejándonos. No sé cuánto haya de verdad en lo anterior, pero puedo estar casi segura de que hoy te arrepientes de todo. Y aunque muero de ganas por decir... mejor me callo, porque sé que muchas personas hablaron esas mismas palabras y hoy me las tengo que tragar completas.

Y a pesar de todo lo que me doliste... y de todo lo que pasó... bueno, en realidad ya pasó. Cerraste la puerta y el viento hinchó mi paraguas...

Wednesday, September 28, 2011

Y entre que sí y que no...

... y que tú y que yo; que si quieres y no sabes; o sabes y no puedes; o sabes y puedes pero no sabes si quieres.

Ah, la indecisión. O el miedo. O la cobardía. O la comodidad. O... tantas cosas que pueden hacerte actuar de la manera en que lo haces. Claro, manteniendo siempre la apariencia de ecuanimidad que te caracteriza; ese aire de "Soy-tan-Zen-y-tan-superior-a-ustedes-mortales-que-nada-de-lo-que-les-suceda-me-afecta". Pero difiero: tiene impacto. Incluso dentro de mis límites y el reducidísimo campo de acción que me dejas tener, sé que no estás tan "cool" con esto. Con este -por el momento inexistente- "tú y yo"; ni contigo, ni conmigo, ni sin ninguno de los dos... y menos aún con estar dizque asegurándote una vida en un espejismo que, aunque me atormenta decirlo y reconocerlo, durará hasta que tú quieras que viva la ilusión y -peor todavía- la promesa... vacía.

¿Qué quieres que te diga? Nunca has podido mentirme de a de veras. Cierto que mi astigmatismo mental llega a ser una dificultad a sortear. Verdadero también que no puedo ponerme en tus zapatos (puedo entender tu postura, pero no puedo -ni quiero ni es sano- ponerme en tu lugar, porque me faltan y me sobran cosas que lo hacen imposible). Si nos ponemos estrictos, debo dudar de conocer aunque sea un 1% de ti, igual que de todo lo demás. Pero tus ojos... Tu par de ¿espejos? ¿ventanas? ¿binoculares? ¿microscopios? ¿órganos de la Vista? no saben quitarse y ponerse máscaras conmigo. Por eso me esquivas: no me miras, no me lees, haces como que no me ves.

Definitivamente, a pesar de que me he propuesto analizar y recordar(te)(las cosas) con todo el escepticismo del que soy capaz, hay algo que no he podido dejar de lado y es el flash que vi cruzando por el complejo iris-pupilas-labios de tu rostro cuando pronunciaste las palabras más horribles que he escuchado en la vida: "No puedo, porque esto está mal". Y es que, por más que he tratado de decirme que sólo lo imaginé, que es lo que quiero creer porque es lo que deseo, que fue un efecto de la luz y demás pretextos, excusas, mentiras, similares y conexos, mi parte más sensible me susurra al oído "sabes que fue real. No pierdas la esperanza, no te rindas...".

Puedo llegar a decir que es masoquismo: una manía al dolor que me provoca ver tus acciones que gritan desde tu orgullo "No me importas". Pero también, y esto después de verte de reojo por casualidad macabra de las circunstancias, puedo decir que no es un castigo unidireccional: te atormenta tanto la distancia AUTO-IMPUESTA como a mí. Y es entonces cuando me pregunto ¿Cuál es tu afán de hacernos miserables? ¿Qué ganas hoy y qué obtendrás mañana de tu situación virtual y ficticia? ¿Por qué te causa tanto miedo algo que es más que real y que ambos sabemos que lo es? ¿A caso no sabes que eso que te aterra es sólo el paso? ¿En qué fallé al tratar de asegurarte que serías una, diez, cien veces más feliz si no me niegas?

No soy víctima, pues soy tan responsable como tú de la condena. También yo fui -soy- cobarde, porque en mi afán de ser la persona madura que se espera que sea, de entender y anteponerte, perdí aquello que he querido desde que te conocí. Es la segunda vez. Sigo sin entender porqué la segunda; porqué volviste; porqué yo. Sin caer en estas cuestiones de lugares comunes -y públicos- como el tan sonado y socorrido "Si amas algo..." esa duda me corroe. Sí, la verdad sobre lo que siento la sabes. Te lo escribí. Tal vez no te lo he sabido demostrar de modo que tú lo veas y lo sientas. Quizá también me faltó decírtelo viéndote a los ojos; pero, carajo... creo que, a pesar de mi certeza desde mi lado del río, también tengo derecho a sentir miedo de cruzar el puente. Siempre te dije "podemos negociarlo, podemos llegar al justo medio": puedo y quiero vencer ese miedo... contigo. Quiero poder dar ese salto de fe: saber que estarás para atraparme... o para enseñarme a volar...

No puedo pedirte disculpas ni perdón porque tú también fuiste -eres- cobarde. No puedo porque quien padece el castigo sin que sea meritorio soy yo. No puedo porque también es cierto que tengo dos grados de orgullo que usualmente callo. No puedo porque eso sería darte más poder del que ya tienes para destruirme más de lo que ya lo has empezado a hacer. No puedo porque también me amo. No puedo porque aunque me duela y sepa que a ti también te duele, te respeto. No puedo porque quizá, sólo quizá, también sea cierto que no podemos estar juntos... aunque lo dude. Como todo lo demás.

Saturday, August 13, 2011

Semestre Agosto-Diciembre 2011. (Parte 1)

Fue una semana... interesante, por ponerle un calificativo no comprometedor. No pasaron muchas cosas por las que pudiéramos exclamar "¡Oh my God!", pero supongo que eso es básicamente por la nueva actitud Zen... o el aburrimiento mortal que he padecido los últimos meses. No me preocupa todavía, porque prefiero ocuparme buscando cosas que me hagan... revivir, perseguir ese "joie de vivre", tan difícil de capturar en estos tiempos ultramodernos en los que mantenerse asombrada de la propia vida es complicado.

Regresé a mi rutina, sólo que esta vez está más desarreglada que de costumbre: clases por las tardes, libres las mañanas, libres dos días completos, libres los fines de semana; por fin libre para moverme a mis anchas... siempre y cuando pida permiso. Tanta libertad suele ser dañina para la salud del espíritu y de la cabeza porque tanto tiempo para una deja espacio para pensamientos... salvajes. Sé que todavía faltan cosas, así que el periodo de adaptación al semestre se prolongará -por lo menos- un par de semanas más. Muero de ganas por que empiecen las clases de ballet y de Alemán, además de saber si se abre un grupo más de Árabe con un horario compatible con el mío. Me he dado cuenta que, si quiero retomar el entrenamiento de natación, tendré que desaparecer de casa desde las 6 de la mañana (so much for having class 'til 14:30 ¬.¬')

Salí con Mr. M ayer viernes. As per always sucedió lo previsto, ya que al parecer, ninguno de los dos podemos comportarnos como personas decentes. Su coche, que estaba cubierto por una gruesa capa de polvo, tiene ahora -al menos hasta que decida mandarlo lavar o hasta que llueva- una marca de mi silueta (la cual, por cierto, se ve muy... [no puedo creer que lo vaya a escribir] sensual) en la ventana del copiloto. Vimos "Los Pingüinos de Papá", filme que encontré gracioso y tierno, más porque él (por primera vez desde que salimos al cine juntos) no me torturaba a cosquillas, sino que me acariciaba. Weird, huh? Sí, algo así. Quizá vaya mañana a mi casa a estar un rato escuchando música. Hay algo de cute en que haya accedido a pasar un rato haciendo nada conmigo... o eso creo. Ya te escribiré el sábado qué sucede... si es que sucede algo.

Pasando a otras cuestiones... me encuentro sumergida -como tal vez lo hayas notado por tuirer- en un "reading rush", impulsado por dos cosas: mi reto personal a leer 15 libros en 2011 y el dichoso programa del Tec "Pasión por la Lectura". So far he terminado "Los de abajo", voy empezando "Los relámpagos de agosto" y pretendo terminar "Jardines errantes: Cartas a JC Lambert" de Octavio Paz. Alvarito programó que en el semestre leyéramos tres novelas ("Los de abajo", "La feria" y "El complot mongol"), más las que vaya diciendo "al aire" durante las clases Tantos títulos prometen ayudarme a superar el récord facilmente.

Además el profesor de Gestión Pública nos pidió otra novela. Este prof me cayó súper bien. Digamos que es yo pero abogángster, varón-relativamente-atractivo y como 10 años mayor. Pinta ser una clase interesantísima que comparto con mis amigos de 9° de RRII (Sr. Cielo incluido). La clase de Estética y Filo del Arte también tiene buen pronóstico: el profesor es un erudito en filo y la profesora es muy linda. Creo que con ella tomaste Crítica de Arte. Y Alex Syntek me mareó con las cosas digitales e interactivas y libros que vuelan... fue un viajesote. Estoy esperando las primeras clases de Recaudación de fondos y la de Tercer sector. Ya veremos.

Las cosas en casa... no sé cómo marchan, porque ya casi no estoy ahí. Me despierto temprano, pongo mi comida y colaciones, me voy al entrenamiento de natación, me arreglo y me voy a la Uni. Regreso tardísimo -es HORRIBLE manejar de noche- y me duermo ya entrado el nuevo día. Suena agotador, aunque es cuestión de adaptarme a nuevos horarios y actividades. GEMNU va a consumirme tiempo, pero not yet. Hay días en que pienso que ha habido un complot en mi contra, pero no debrayaré. De una u otra forma, el que no pueda ir a las juntas hace que el resto de mi tiempo sea aprovechable.

Cuéntame cómo van las cosas por allá. ¿Qué has hecho con lo del el guapo profe de Perspectiva Internacional? ¿Te gustan tus clases, tus profesores?¿A qué taller DAE te metiste al final? ¿Cómo están tu mamá y tu hermana? ¿Te has encontrado a alguien que llene tu pupila? ¿Cómo son y te tratan tus nuevos colegas? No me dejes en la oscuridad; sabes que las amigas chismean casi a diario. No hay que dejar que la lejanía nos lo impida.

Te quiero amiga. Te escribo pronto

Mel

Updating... o algo por el estilo.

Dejé de escribir... casi un año. Digamos que en verdad estaba sumergida en una sábana de desánimo ante mis propias letras que decidí dejarlo por la paz y simplemente... continuar. "Move on", como dicen los angloparlantes. Y todo había estado relativamente bien: vida ocupada, retomando mi pasión acuática, el gusto por el Derecho Internacional (simulado por el momento, claro), mi vida de soltera (cosa que aparentemente no ha cambiado), mi adicción cafeínica complementada con la no-tan-recientemente-adquirida adicción a la red del pájaro...

Pero entonces sucedió algo que nunca habría imaginado: una de mis mejores amigas se mudó. ¿Pueden creerlo? (esa pregunta que es retórica para ustedes sigue siéndolo también para mí). Así que, para mantener el contacto -al menos de mi parte-, le prometí una especie de e-journal semanal, con los chismes, dímes-y-dirétes, similares y conexos. Le habría prometido una carta escrita a mano semanal, enviada por correo tradicional -con todo y timbre postal-, pero el pánico de la espera me hizo desistir (además de que desconozco sus datos de residencia). Todavía contemplo la opción, pero será cuestión de un par de días para decidirme...

Por lo pronto, déjenme les digo: pinta ser un ejercicio interesante. En estos momentos me encuentro deliberando acerca de tono y formato que darle a estos "posts".

Aquí cortaré el discurso de regreso, ya que no deseo adelantar nada del ejercicio siguiente. Les escribo pronto.

MeliMsNightmare

Sometimes, only sometimes...

Tonight I fell asleep as I always do, after revising my day and planning for the next, just as I lay while whispering to God, thanking Him for the blessed gift of life. I closed my eyes as Morpheus came to cuddle with me, singing a soft lullaby into my ear and I wander to the land of my own being, mysterious, absurd and wonderful as I may seem. But this time I fell for longer, though I did not scream, for somehow I just knew that it would not change anything, that I would have the same sensation and the same dream until it had played its role.

I knew what would happen when, the exact minute, the precise words, and yet I could not escape from the labyrinth of myself. I understood the meaning of it all, and yet I could not manage to overcome what everything implied. I felt like I was walking down the death row, knowing I was innocent and being completely mute. My heart was condemned to suffer your departure over and over and over again.

Whenever my heart manages to smash my mind, when the walls of reason and argument and demolished by the force of feelings pure and unadultered I find myself asking me what I am doing and why it is I cannnot simply let go of you.