Sunday, November 09, 2008

Hoy me sentí eterna. Casi como el viento. Invisible pero presente. Fue un momento totalmente mío. En medio de una multitud, una individualidad. Sublime, bella y delicada. Como aquel botón, justo antes de abrir sus pétalos para que el rocío de la mañana disperse su dulce aroma a los que se dan el lujo de detenerse a respirar.

Un rayito de paz cruzó por mi turbado corazón. Fue una sensación que aunque no duro mucho, persistirá en mi memoria. Porque ahora que sé que existe, lo buscaré hasta encontrarlo una vez más.

Un haz de esperanza iluminó mi conciencia y me di cuenta de lo bello que es el mundo si así lo quiere uno. Y ahora entiendo que la belleza es lo que hace a la vida digna de ser vivida.

Hoy dejé a mi espíritu ser libre, porque decidí que nada se puede si no dejamos a la inspiración fluir... y sin arte, las expresiones se vuelven fútiles...

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