Definiciones y actos...

Amor: eres tú. Perfecto, suave, sereno. Hombre maravilloso, que no se ve de éste modo a sí mismo.

Amor; sí, tú. Alocado, arrebatado, activo. Poeta de la vida, que sin saberlo me enseñas a descubrir lo más sublime.

Amor: Pasional, sensible, sensato e ilógico. Artista que con tu instrumento provocas, calmas e incitas las respuestas más diversas.

Deshojas los pensamientos de ésta niña ilusa que deshoja margaritas por ti.

Exhalas mi retrato, mientras que yo inhalo una fantasía y suspiro con tu recuerdo.

Concibo mi Nirvana contigo a mi lado; mi Paraíso entre tus brazos. Mi Purgatorio es tu olvido; mi Infierno tu indiferencia.

Aurora en la oscuridad del invierno, lluvia en el agobiante calor del verano, ¿Qué sería del reloj sin el tiempo? Quizá lo mismo que sería de un verso sin un sueño... sin tu inspiración...

¿Te preguntaste alguna vez
cómo el amor llegaría?
¿Si tendría morena tez
o princesa azul sería?

¡Ay niño! de sueños vives
respirando fantasías,
adicto a los imposibles
y pasas así los días.

¿No te has dado cuenta, vida
que yo frente a ti parada estoy,
esperando tu venida?

Sin saber el alma te doy,
está a tus pies tendida:
es toda tuya desde hoy.

¿Qué puedo hacer cuando me siento tristemente enamorada? ¿Cuando amanezco con la esperanza bañada en lágrimas...? ¿Cómo te hago entender, corazón, que enamorarte no es buena idea?

Quiere un suspiro salir por entre mis labios, uno que tiene tu nombre escrito. La obviedad quema el aire que compartimos, que creo que es lo único que tenemos en común.

Y aun así... en serio pido que no te vayas. ¿Amigos? Tal vez. De poetisa a poeta... Súplicas en verso, declaraciones en prosa, rimas sin lógica, métrica que tantea el terreno del otro, ritmo plácido de un juego que sólo tú y yo conocemos...

Escucho transcurrir el tiempo: es el compás de tu corazón; el pretérito impreso en leyendas, tu presente escrito en poesía que ardorosamente me mata, un futuro inimaginable para mí. Me pregunto si el mío sigue latiendo... Sí, ahí está su lánguido palpitar, pero cada segundo se vuelve más inaudible y lento.

Me levanto por última vez de mi lecho. Hoy no pude dormir; soy pusilánime a las quimeras que mi mente se forma de nosotros. Si me queda vida, juro que tendré que huir de la noche, dado que ella es cobijo de amantes que se reúnen, sin más testigos que las estrellas, la luna y sus cuerpos.

Me acecha el pensamiento: ¿cómo se sentirá tu pecho presionando al mío? ¿llegaremos a sincronizar nuestros movimientos a la cadencia de una danza que es tan milenaria como la vida misma? Sacudo mi cabeza tratando de derrotar a mis anhelos... Y otro suspiro se escapa.

Perdona y emancipa a este intento de poetisa. Dedícame un verso para que por fin mi esencia se libere. Fírmalo, para que en el archivo de tus memorias mi existencia quede grabada y no me desvanezca con el último aliento que he de exhalar...

Te quiero...

Te extraño...

Me muero...

Temblando, mis lágrimas caen sobre el último recuerdo de ti; una rosa marchita que dejaste encima de nuestro último poema.

Desciendo después, al negro abismo de la melancolía, el cuál ha de servir a ésta máquina imperfecta como lugar de descanso hasta el fin de los tiempos... Y sin querer pienso, presiento... ¿algún día volveremos a vernos?

Quisiera... sentir al menos una vez tus labios sobre los míos; saborear el aliento de tu alma. Saber si sabes a café y menta, tal cómo siempre te he imaginado. Tocar también tu pecho, descubrir el laxo palpitar de tu corazón.

Sueños... de amor, de pasión desenfrenada, de tiempos felices. Sueños de ti. Noches que me agobian con incertidumbre, noches en las que me consumen las fantasías irrealizables de un nosotros y un tal vez...

Deseos... de tu música, de tus palabras, de tus ideas, de tu paciencia, de la profundidad de tus emociones. De ver cómo mi soledad se derrumba cuándo tu voz y tus ojos martillan sobre la herrumbrosa jaula que encierra mi verdadero ser... y me cuestiono: ¿cómo fue que lo vislumbraste?

Sed... de tu sudor, del néctar tuyo, de tu respiración húmeda, de ti hombre maravilloso. De conocerte más a fondo, de satisfacer tus necesidades y tu lujuria. De ser tuya...

Hambre... del fruto de tus labios, de tu ávida mirada, de tu inspiración. Del calor que desprenden tus ojos al contacto con los míos.

Ganas... de proteger tu espíritu de todo dolor, de convertirme en tu musa, de unirnos entre mar y arena, con corazón carmín y piel canela, con manos de ave y labios de seda.

¿Recuerdas, vida,
aquellos días de invierno?
Mañanas rosas,
tímidos besos secos.

Dulces crepúsculos
roces suaves de tibia piel.
Cálidas noches
enredado en amorío.

Sólo memorias:
imágenes absurdas
manos de barro,
ojos de interminable sol.

Ya no más porque,
iracundo te marchas,
cadencia osada
¿o es que acaso volverías?

Es tu música
erotizante ritmo
el clímax, amigo mío
de un encuentro entre dos seres.

Ése sonido
arte que me inmoviliza;
mundano y opaco,
ruta hacia el feliz abismo.

Sólo enamórame:
instrumental melodía
ardiente acorde
susúrralo en mi oído.

Creo en tu arte,
bella alma vertida en papel;
sublime esencia,
en la memoria perdura.

Déjame soñar sin sentir,
que caer es un alivio;
ser que sin ser es,
ilusiones para cumplir.

Soñemos niño
días de luna llena
con noches de sol,
mariposas color de sal.

Baúles llenos,
pensamiento ávido de luz;
negra osadía:
hueles a una no me olvides.

Cette solitude accompagnée me tue. Cette dépendance m'enchaîne. Je ne veux pas déjà ma vie, je me dois prendre congé. J'ai besoin d'une rédemption inaccessible et imméritée. Peut-être personne ne me la donne ... Je condamne à l'éternel à déambuler maintenant dans une solitude absolue. Peut-être alors moi même peux être...

J'ai écrit mon adieu, je propose par que personne ne m'étonne. Le monde qui suit toujours vers devant. Ce n'est un châtiment plus que pour moi : la vie m'a donné les choses que je n'ai pas méritées ... oh un cœur : comment peux-je te faire me taire?

Je demande seulement que celle-ci une vie me cesse de faire mal...

Preguntas cruzan por mi consciencia ¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo?

¿Quién eres tú? ¿A caso nada más producto de mis alucinaciones? No.

Eres ángel, guardián divino que quema los instintos de ésta mortal, expiando así mis blasfemos labios. Eres, a la vez, demonio que incita la más peligrosa de mis ambiciones. Eres viento que arrulla mi seguridad y despierta mis angustias. Eres semilla que sin saberlo ha germinado en mi. Eres tierra que oprime el cadáver de mi pasado. Eres agua en la que se potencian las reacciones gozosas de mi cuerpo.

¿Qué hiciste para llegar a obsesionarme? Ser inalcanzable, distante y frío. Ser intrigante y misterioso. Usaste tus armas más letales contra mí: unos ojos que tienen algo que decir y no logro descifrarlos y una sonrisa pícara e inocente al mismo tiempo.

¿Cuándo será el día en que llegue yo a ti? ¿Será cuando venza a mi timidez? Quisiera perderme en la forma de tu boca, ahogarme en la sal de tu sudor. Quiero ser yo la que te dé la más intensa experiencia y alcanzar juntos el Nirvana. Quisiera ser víctima feliz del fuego de tus pasiones.

Eres tú, o soy yo... por ahora sin un nosotros dos.

Soy lo feo, lo malo, lo inverosímil, lo destructivo.

Soy lo infrahumano, lo inaudito, lo primitivo, lo despreciable, lo inadmisible; el anhelo violento de tu sexo.

Represento todo lo que no debería, pero es.

Soy el pecado, la ironía, la represión, la condena, la tortura; la pasión encadenada.

Soy el miedo más profundo.

Soy la penitencia de todos los hombres deshumanizados.

Soy el cobijo de quienes no tienen un lugar entre ellos.

Soy el dolor más intenso, el lamento más etéreo, el grito más desgarrador; la ira que mueve y paraliza.

Soy los juicios y los estereotipos.

Soy lo extraño, lo que está “fuera de lo normal”, el rechazo.

Soy la duda, la incertidumbre y las decepciones.

Me odias o te soy indiferente, pero reconoces que existo. Y eso no me molesta, he de confesar gozosamente.

Me evitas, pero siempre te encuentro; me encuentras. Porque siempre estoy contigo; dentro, muy dentro, llenando de inhóspita desolación tu alma fértil.

Soy quien te dio a luz, quien te vio nacer.

Soy parte de ti. No puedes escapar, no puedes esconderte.

Me besas en la oscuridad de la noche. Acto seguido te seduzco. Dirijo tu odio y frustración al éxtasis de tus sentidos.

Y me prometo que te perderás en mí. Veo en tus ojos crecer la necesidad de alivio; huelo en el aire una súplica suave y temerosa; oigo en tu voz un gemido de placer.

Pero lo que más me mueve es tu sabor. Ése estímulo en mis labios; un dulce que me embriaga al punto de perder la razón.

Acaricias al pecado. Susurras que mi pecho es el paraíso; tu paraíso.

Y entonces lo sé: he logrado mi cometido.

Me vuelvo para marcharme y ruegas que no te deje. Te miro una vez más.

“Nunca lo haré”. Sonrío y me desvanezco a la luz de la aurora, que me quema cual brasa ardiente.

Volveré

…

Hoy me sentí eterna. Casi como el viento. Invisible pero presente. Fue un momento totalmente mío. En medio de una multitud, una individualidad. Sublime, bella y delicada. Como aquel botón, justo antes de abrir sus pétalos para que el rocío de la mañana disperse su dulce aroma a los que se dan el lujo de detenerse a respirar.

Un rayito de paz cruzó por mi turbado corazón. Fue una sensación que aunque no duro mucho, persistirá en mi memoria. Porque ahora que sé que existe, lo buscaré hasta encontrarlo una vez más.

Un haz de esperanza iluminó mi conciencia y me di cuenta de lo bello que es el mundo si así lo quiere uno. Y ahora entiendo que la belleza es lo que hace a la vida digna de ser vivida.

Hoy dejé a mi espíritu ser libre, porque decidí que nada se puede si no dejamos a la inspiración fluir... y sin arte, las expresiones se vuelven fútiles...

Quiero una muerte silenciosa para que pase desapercibida. Quiero una muerte escandalosa para que se entere quien se deba enterar.

Quiero una muerte placentera para que sienta alivio y tranquilidad. Quiero una muerte dolorosa para que siempre recuerde lo que se queda atrás.

Quiero una muerte húmeda que me lleve a donde la vida comenzó. Quiero una muerte seca que me obligue a seguir adelante.

Quiero una muerte que sea tan cálida que me queme la piel. Quiero una muerte tan fría que congele mi existencia.

Quiero una muerte que sea rápida para que no sepa que ya no soy. Quiero una muerte que sea tan lenta que la sienta, y con ella expíe todos mis pecados.

Quiero una muerte que libere. Quiero una muerte que condene.

Quiero una muerte que sea como una mentira, algo cierto sólo en mi cabeza. Quiero una muerte tan real que mis ilusiones queden liberadas.

Quiero una muerte eterna y efímera, bella y horrible, de amor y de odio...

"Deja que mi sangre se mezcle con mis lágrimas, que no hay mejor forma de penitencia que el dolor del arrepentimiento. No por lo que hice, sino por lo que no he podido hacer.

"Porque no hay peor tortura que la propia conciencia intranquila, que no deja conciliar un sueño reparador. Puedes dormir, pero la desazón del alma no te deja olvidar las evasiones.

"Y tú eres una de mis más grandes evasiones. No sólo por lo que siento por ti, sino por lo que tal vez imagine que sientas y no sea así.

"Preferirías que te lo dijera abiertamente, pero me expongo demasiado. Es un riesgo que debería estar dispuesta a correr, pero por alguna u otra razón siento que no creo que sea prudente.

"Me han dicho que la prudencia es requerida en ciertas ocasiones, pero no en las del corazón. Me pregunto el motivo, ya que un corazón roto tarda toda una vida en sanar.

"Decirte o no decirte. Ésa es la pregunta. No es que no lo haya meditado ya, ¿verdad? Pero nunca he podido llegar a una buena conclusión.

"Es curioso que quiera tener en orden racional el terreno más visceral de la vida y en cambio me sea imposible mantener el control en los ámbitos racionales. ¿Curioso? No. Yo lo llamaría irónico.

"Si tan sólo me dirigieras una mirada... una en la que sean evidentes tus emociones... Me sentiría como la mujer más feliz del universo... sería un momento por el cual podría volver a vivir y morir las veces que sean necesarias para grabarlo por siempre en mi alma... para que sea más permanente que un tatuaje...

"Por ti encontraría la manera de recorrer el universo de principio a fin, sólo por un beso... Por ti sería capaz de superar a Orfeo y bajar mil y una veces al Hades, aunque fuera sólo para poder contemplarte una vez más... Por ti estaría en todo lugar que pidieras, siempre y cuando estuvieras a mi lado... Por ti le mentiría a Dios, obedecería a Satanás, mataría a un santo y curaría a un demonio... Por ti esperaría toda una eternidad...

"Pero supongo que solo se quedará en el tal vez, porque aún no me convenzo a mi misma de hacer lo que mis emociones llevan años pidiéndome. Se quedarán los ¿Qué hubiera pasado si...? porque aun no me puedo imaginar lo que sería... me imagino tantas cosas buenas... pero las malas... me hacen tener escalofríos... Aunque sigo sin entender porque, pues no es como que muchas cosas pudiesen cambiar, a menos que considere que tal vez ya no me dejarías admirarte, aunque sea desde la distancia prudente...

Dime tú...

¿No has tenido días en los que simplemente quieras desaparecer? ¿Volar lejos de todo lo que te rodea y escapar del bullicio de una vida caótica?

¿No te ha pasado que de un momento a otro ya no encuentras secuencia a tus actos? ¿Que de cualquier forma vas perdiendo el control de todo lo que está a tu alrededor?

¿No has tenido esa sensación de hastío en la que no importa lo que hagas, no puedes llenar ese vació que cada vez va creciendo más y más? ¿Que todo lo que piensas no lo puedes decir porque nadie te entendería y sólo quisieras poder gritar hasta que tu garganta esté tan entumida que tus sollozos solo sean susurros ininteligibles, incluso para ti? ¿Que lo que es una epifanía excepcional se marchita porque no encuentras ni el momento ni el lugar para dejarla salir a un mundo que la necesita?

¿No has sentido ganas de olvidar todas tus experiencias y comenzar desde la nada? ¿De no recordar aquellos momentos bellos o ingratos, que en su instante te hicieron tener la más intensa de las emociones? ¿De sólo revivir los momentos que son "azúcar - amargos" para poder sumirte en una desolación de la que sólo llorando de rabia puedas salir?

¿No has querido sencillamente odiar al mundo y desear que todo se vuelva más putrefacto de lo que está? ¿Que todo lo que consideras bueno y puro se corrompa sin que hagas algo para detenerlo porque no tiene sentido hacerlo? ¿Que nada hay bajo el sol que sea lo suficientemente trascendente que cuidarlo y preservarlo lo valga?

Dime tú, porque juro que al menos yo una vez en la vida me he sentido así.

Cuando me doy cuenta de lo que necesito hacer no requiere nada más mi esfuerzo sino un conjunto de ellos.

Cuando escucho las noticias en las que sólo hay cabida para guerras, destrucción, asaltos, asesinatos y violaciones.

Cuando veo a mi alrededor comunidades de ruptura y contraste sin que haya alguien que por convicción haga algo por corregir un poco de todo lo que está mal.

Cuando la paranoia me consume porque ya no puedo saber cuando alguien es sincero y cuando sólo se comporta de una u otra manera porque es lo "políticamente correcto".

En el día a día en que a mi alrededor se escuchan quejas de castigos, de no permisos, de retenciones, de no tener la blusa que está al último grito de la moda en Francia, de no poder ir de viaje este fin a Acapulco porque se está "corto de fondos" cuando hay millones de personas que sólo pueden pensar en qué es lo que les pueden dar de comer a sus hijos el día de hoy, sin poder siquiera preocuparse del mañana...

¡¿En dónde, me pregunto, ha quedado nuestra humanidad?!

"...I still don’t think I can give a proper answer, although there’s one that might be acceptable”. The tip of your ears went red.
“And what might it be?” my voice came in a tone that I had never used before with anyone.
“Well, I can’t really be sure, because this is the first time that I have felt this way. I’ve been feeling this for about six years, but it has only gotten deeper…”
“Well, that gives me a pretty good idea of what you’re talking about. Wouldn’t it have been rather frustrating if you hadn’t explained yourself? I mean…” I was amused at my own sarcasm.
“… I have fallen in love with you.”

I fell silent at once. Your words were still ringing in my ears. I hadn’t quite believed you, although part of me was praying that it wasn’t all a prank. I diverted my gaze again. I feared that if I looked in your eyes, I would find that you were not telling me something real.

“I… I… sorry?” that was the second time I had to look at my feet.

We stopped swaying placidly. Suddenly the atmosphere changed, it was now hostile, awkward and a tiny little bit disappointing. My head was racing, and for once in my life I couldn’t react at what had happened.

“I’m sorry. I know I should not have told you that, but we’re leaving in less than eight hours and I needed you to know…”

You turned to leave. Your demeanour visibly changed; it went from secure, serene and courageous to defeated, vulnerable and hurt. I knew I had to say something if I wanted to be with you. I didn’t find my voice, but my arm reached out for yours on its own accord.

“Don’t. Please, don’t” An almost inaudible undertone left my lips.
“Don’t what?” Your voice was quivering.
“Don’t go. Don’t leave me”

That time I couldn’t avoid searching for your eyes. Not that I had wanted to, anyway. However, what I saw in them made my knees go weak. It was sadness, pain and confusion, and all I wished in that moment was to erase those feelings from your eyes and your soul.

You turned away again, and I panicked.

“This situation we had some minutes ago… it was all about you… about a non existent us… about our departure from one another in mere eight hours… I couldn’t handle being that close to you and not be able to reach out… I know I acted cowardly, but… I wouldn’t have forgiven myself if my heart had been shattered…and I didn’t know…I know I sound a tad load selfish, but… how on earth do you imagine I would have gone on without you and with a broken heart?” My words came in a desperate plead. They were rushed and blended together. I was so afraid…

I sobbed when you didn’t turn to face me. I covered my face with my hands and I was pretty sure that by the time I dared to look, you wouldn’t be there. However, when you heard me sob, you turned and wrapped your arms around my waist. I grabbed the front of your robes and held on to them for dear life. In those tears I let my fear, pain, uncertainty, confusion and helplessness flow.

You pulled me further into you, while you used your deepest voice to try to soothe me. God, I swear I wanted that moment to last forever.

When my tears subdued, you held my hand, nodded your head at the player, and guided me towards the front doors.

My feet hurt from the high heels, so I decided to take them off. You scowled and then with a mischievous smile, you bent down and swept me of my feet. I shrieked and yelled at you to put me down on earth. You just laughed and marched your way down to the grounds. You kept walking for several minutes, until we reached the same spot you had found me in, right before the ceremony.

By that time, my head was spinning. The atmosphere around us held many scents that made my senses over perceptive. Forget–me–not, grass, honeysuckle, cherries… but mostly your smell of boy, chocolate, coffee beans and mint. You lowered me to the ground and sat right beside me. A content silence danced around us for several minutes. Slowly the temperature began descending, until I involuntarily shivered. You noticed and threw your arm over my shoulders; absent-mindedly, your finger began caressing the skin of my arm. Then, a chill ran down my spine.

“Are you cold? You’re shivering. We’d better head back inside.”
“No. I want to stay here a little longer."

You moved to sit behind me, with your legs straddling me. I moved a little more into you and rested my head on your chest. We sat there, contemplating the stars that shone brightly above us. I turned around so that I was facing you. You were avoiding my eyes, so I did the only thing I could think of in that moment: I kissed you.

At first you did not react and when I was about to break it, your arms snaked around my neck and played with the loose curls. Slowly, you brushed the tip of your tongue over my bottom lip and nibbled at it lightly. I shivered again and sighed into the kiss granting entrance. I ran my hands over to your chest and pushed you back. You leaned until your torso was touching the drizzled grass, taking me down with you.

You broke the kiss and looked into my eyes as your hand cupped my face tenderly. It was the first time I didn’t feel all vulnerable; on the contrary, I felt save, warm and protected. We leaned in again and this time the kiss was more tentative, although much more intense. My hands were on your hair and yours drew patterns on the exposed skin of my back. It seemed we did not know what to do or where to put our hands. You went for a save move, putting them on the small of my back, massaging it up and down. I, on the other hand, did something that took you by surprise: I tickled your ribcage.

“No please! Stop, please! C’mon! Please I beg you…” You said between laughs and gasps of breath.
“Why, I did not know you were ticklish. I wonder where else might be sensible to my fingers?” I drew them to your neck and you laughed harder. I moved them over to your belly and you squirmed.

You then grabbed my wrists and flipped us over, so that you were hovering over me. A flash of innocent malevolence crossed over your face.

“Don’t you dare do it! I swear that if you’re even thinking of it, I will make sure you pay for it!” My voice was nervous and excited. Something in my belly felt like the almost imperceptible breeze butterflies cause with the flipping of their beautiful wings, and yet, I could do nothing but enjoy the feeling of excited peace rising in my heart.

I tried to get your attention from your mean vengeance with the cutest glance and the most innocent little girl look I could put. I reached for you and brought your lips to mine once more. However, this kiss did not last long, because you decided to torture me in a sweeter way. You ran your lips over my forehead, nose, cheeks and chin. You whispered sweet nothings in my ear and then nibbled the lobe, jaw line, the chords of my neck. You sucked feverishly upon the base of my throat.

I sighed and arched my back when your hands reached my shoulders and down onto my arms.

That brought me back to earth. I pushed you back a little bit and looked into your eyes.

"Do you want to go inside?" this was said so quietly that if I had not had my eyes on you, I would have been sure to have imagined it.
"No, not really"

You moved and leaned on your elbow to stare at me.
"You know... I think we might take a couple of weeks before we enter to the trainee programme... just the two of us... far away from the world..."
"What in Heaven's sake are you talking about?"
"You know, just forget about everything. Nothing more than that"

...

Parce que j'ai rêvé que ta main enveloppait la mienne et sa chaleur couvrait la douceur.

Parce que j'ai imaginé que tes yeux regardaient les miens et sa tendresse réjouissait l'imagination.

Parce que peut-être haluciné que tes lèvres caressaient les miens et ils remplissaient mon âme de galimatias...

Comment est-ce que je pourrais te dire que je t'aime si ta seule présence me laisse faite un pétrissage de sensations qui emportent à l'infini toute possibilité de parole ... ?

Today I dreamt of you. Of you and me. It was a bitter-sweet reverie, one that was over before it even started. Just as it always happens for us.

In my dream I saw your eyes sparkling whenever you looked at me, I felt your smooth hands working magic on my skin, I tasted the sweetness of your lips grazing mine tenderly, I smelt your intoxicating essence when your strong arms pulled me closer to you and shiver as your deep, entrancing voice whispered three little words that made me shiver.

And then I woke. I realized that the dearest desire of my heart could not be granted to me by you. And so I thought of moving on.

I've thought so many times about it, and yet I can't come to do so. You're like the sound of an Indian flute in the ears of a snake, like the feeling of heroine in the body of an addict, like a poem to the heart of a girl in love.

Please, don't call me again. Please, just let me flee from whatever illusion I might have created for myself. Please, open up the doors of the cage you unconsciously built around me. Please, let me go and love somebody else. Please, just let me be as I was before I met you. Please, let me forget...

Me cuesta dejarte atrás. Dejar de pensar en que un día estuviste y que hoy nuestros caminos se separan. Duele ver todos esos recuerdos, todos esos instantes en donde puedo perderme...

Me duele mirar al pasado y saber que no debería. Tener consciente el hecho de querer ir hacia adelante y sin embargo no querer dejar morir el pasado...Aferrarme con uñas y dientes al último pedazo de desfachatez que me queda y que por más que intento retenerlo, se me escapa como un puñado de arena se cuela por entre los dedos.

Dicen por ahí que crecer duele... jamás imagine cuanto, pero ahora que me veo obligada a hacerlo, aprecio en verdad el cobijo de la infancia y el desenvolvimiento de la adolescencia... pero no hay que parar. Detenerme es condenarme a una vida sin plenitud... ver cómo huye cada oportunidad...

Hoy quiero ser otra, ser alguien que luche por lo que desea. Quiero ser una mujer que tenga siempre presente que los éxitos enseñan, pero que los fracasos suelen enseñar aún más.

Quiero ser una persona que nunca se olvide de los demás, a pesar de sus propias necesidades. Que sepa que no importa cuán mala pueda ser su situación, siempre habrá alguien que está peor y que todavía pueda agradecer la habilidad de ayudar.

Quiero ser un ser humano en toda la extensión de la palabra, porque humanidad no implica nada más el hecho de poder hablar, sino toda la gama de valores, sentimientos y actitudes que experimento hoy en día, pero que espero manejar mejor en el futuro.

Hoy voy a crecer teniendo siempre en mi alma la bella inocencia de la infancia y la curiosidad de la adolescencia, pero con la prudencia de la madurez...

Te digo adiós si eso implica dejarte atrás...

Estoy perdida en una utopía.

Es un universo paralelo en donde sólo el sabor de ti me mantiene viviendo.

Es también dimensión desconocida en la que la imagen de tu silueta guía las locuras de mi corazón.

Una ilusión que podría llamarse irrisoria pues el sonido que sale de tus labios hace nacer la alegría en mi alma.

Una realidad inalcanzable en la que el sueño más creíble es en el que el licor de tu piel calienta la brisa de la primavera...

¿Cuándo será el día en que te pueda olvidar? ¿No debió haber ocurrido ya?

Hoy me levanté con ganas de responder ésas interrogantes, así que agarré una mochila, metí en ella una botella grande de paciencia, un paraguas de fuerza, una ensalada de recuerdos, una botana de valentía, una brújula de esperanza y una sudadera de perdón.

Comencé mi camino al amanecer. El viento era frío y unas densas nubes grises empañaban el cielo, y aún así, seguí adelante.

La primer parada fue el lugar en el que empezó nuestra historia. Le hice mis preguntas y me dijo que no lo sabía y que aunque lo supiera, lo mejor era que o hiciera toda la travesía.

Le agradecí y continué el recorrido por todas sus salas. y en cada una, la respuesta fue la misma: "tal vez".

Hacia medio día, una fina llovizna caía uniformemente sobre mi cabeza y mi resolución comenzaba a flaquear con cada minuto transcurrido. Apenas llevaba la primera parte de la novela del tiempo que fuimos.

Decidí descansar, así que me senté a la mitad de la explanada. Seguía lloviendo, pero, como siempre, mi espíritu de niña estaba fascinado con la idea de un poco de lluvia sobre mi piel.

Volví a andar, ahora al calendario le preguntaría ¿en qué momento dimos la vuelta al callejón sin salida? Pasé por enero, febrero y marzo: supe que ellos no podrían responder; tenían caras de felicidad contagiosa y, francamente, no quise arruinar las memorias de los momentos más lindos de nuestra historia, así que decidí no preguntarles a ellos.

Sin embargo, abril y mayo no parecían contentos en absoluto. Me acerqué a ambos. El primero miró confundido al segundo, quien le devolvió una mirada de desesperada tristeza. Ni qué decir de junio, julio y agosto. Ellos simplemente se concentraban en no dejar escapar emoción alguna... que no fuera de aparente felicidad. Por su parte septiembre fue de total indiferencia.

Octubre sin embargo... vaya eso sí que iba a ser difícil... Me miré estallar, sin que siquiera me diera cuenta de todo el dolor que me había bebido... que me embriagó hasta que no pude soportarlo más y vomité todo ese sentimiento de culpa, melancolía, resentimiento...

Noviembre se veía... húmedo. Volví a verme a mí misma, ahora llorando cada vez que pensaba en lo que dejé perder. Seguía sin comprender qué fue lo que pasó. Creo que será una pregunta retórica por un buen rato...

¿Qué hechizo lanzaste contra mí? Te suplico que me digas, porque necesito deshacerlo. Debo volver a mi vida y olvidarme de este dulcísimo letargo...

Quisiera despertar, pero la única medicina que me haría regresar a la vida es una que albergan tus labios. Tan sólo los veo y juro que casi puedo imaginar, imaginar el sabor de ése elixir milagroso.

Tan sólo de escuchar tu rítmica voz, me dejas hecha una algarabía de pensamientos que siempre fluyen del mismo manantial: Tú.

La sola imagen de tus labios sobre los de ésta ilusa pecadora es más salvación que nunca podré llegar a comprender, pero me tiene sin cuidado la comprensión de algo mucho mas etéreo, que rige sin duda alguna, todas mis acciones.

Escribo con el corazón en la mano. El papiro de mis emociones se tiñe con la sangre de esta rosa marchita, cuya prueba de existencia sólo quedará guardada hasta que este mismo papiro desaparezca.

Es curioso lo bella y volátil que es la vida. Es enigmática y variada. Dulce cuando hay amor y ácida cuando se pierde lo que una más aprecia; salada cuando se tienen contratiempos del tipo que no se le desea a nadie y amarga cuando no podemos levantarnos después de una caída estrepitosa.

Es intrigante cómo un sólo instante puede marcar el rumbo de nuestras vidas.

Dime, ¿cómo borro el instante en que nos separamos? ¿cómo olvido lo que me hiciste sentir cuando aún me llamabas tu niña? ¿cómo seguir adelante si todo mi mundo se desvaneció?

Sólo me conformo con una mirada tuya. Pero no cualquier mirada, sino una que albergue todo el amor que tal vez alguna vez tu corazón sintió por mí, toda la dulzura con la que me llamabas tuya y me rodeaban tus brazos y que a la vez me diga si lamentas el que ya no estemos juntos.

Te pediría un beso, pero es injusto pedirte tanto cuando sé que yo misma no lo quise dar en su momento, sin embargo lo necesito para continuar...

Y hoy aunque me pese digo no más, pues estoy más muerta que lo que jamás la muerte podrá hacerme. Fuiste un cruel verdugo, un cobarde que solamente sabía hacer ilusiones para después lanzar mi corazón al vacío, sin alas, ni cuerdas, ni siquiera fe.

Me quitaste lo que quisiste, cual dulce ladrón de sueños que sabe que puede llevarse lo que quiera porque la propietaria no sabe lo que hace.

Me torturaste con tu indiferencia, pero el tiro de gracia fueron aquellas palabras tuyas. Ésas que salieron de tu dulce boca diciendo que no habría un mañana. ¿O será que fui yo la que las dijo? Sí, creo que así fue. Y las dije para terminar de una vez con ese acto perfecto de engaño, que no es más que decirme que sí para después empujar mi navío lejos del muelle, sin remos ni velas... sólo dejarme a la deriva, a la clemencia de mi suerte y de Minerva que me ayudó a conservar mi poca razón maltrecha.

Lloro contra mi almohada y grito: "Maldito. Maldito pero celestial embustero. ¿Por qué tuviste que jugar así con esta mortal vulnerable que sólo tuvo ojos para ti?... ¿Es que a caso sólo fui un tonto pasatiempo o una afición sin sentido? Es totalmente inverosímil que me haya dejado ser tan mágicamente engañada. Sin embargo... gracias por dejarme salir... por dejar que mis vergonzosas lágrimas se mezclen con la salada agua de la soledad, para que así un día lleguen a secarse mis ojos y mi corazón... para naufragar en una isla que ha de llevar tu nombre... para recordar el motivo de mi estado... para que si algún día encuentran esta tumba que me ata a seguir en el presente, sepan que si morí fue por un amargo final a una fantasía de ensueño..."

Me doléis todavía. Sigues siendo una herida abierta, que tal vez nunca llegue a cicatrizar. Y me sigo preguntando ¿Por qué?...

Rogaría de nuevo, pero consumiste mis fuerzas mucho antes de empezar. Fuiste un vampiro que drenó mi alma de todo lo puro, lo dulce, lo bueno que había en ella y en cambio inyectó con sus promesas el arsénico de la amargura, de la desolación y la desesperanza.

Tal vez sea hoy cuando... por Dios!, ya no sé ni porque escribo esta despedida... no sé qué atormenta a mi amordazado corazón... sólo sé que debo alejarme de ti, que debo dejarme llevar por la corriente... dejar de sentir, ser un corcho seco y viejo, que sólo guarda un amago del aroma de un vino del que fue tapa y protección...

A vos...

Aun no puedo vivir sin un par de luceros
que me guíen hasta la seguridad del puerto
que no me condenen a crueles destierros
ni me orillen a morir por ellos.

Miro y busco y aun no encuentro
aquellos guías de retorno al corazón
para encontrarlos pido un poco de razón
para alcanzarlos necesito de vos.

No me abandonéis
no me reemplacéis
no me despreciéis
no me asesinéis.

Os suplicaré si es necesario
os dejaré si no es posible soportarlo
moriré si no me dejáis verlos de nuevo.

No seáis cruel y vedme
observad mi llanto
escuchad esta suplica del último aliento.

Dadme una oportunidad para amaros
para demostraros que por vos
al fin del universo voy.

Permitid mis besos, mis caricias
dejad vuestras manos entre las mías
sostened mis miradas llenas de melancolía

Martes, 4 de Marzo de 2008, año de Nuestro Señor.

Amado mío,

Yo… ya no sé que pensar. No sabía lo que estaba haciendo. No sabía… que bueno, eso podía volver a confundiros.

No os voy a mentir: sigo muy enamorada de vos, pero os doy mi palabra que no era mi intención no respetar vuestra decisión. Es que esto depende de vos de nuevo.

Yo creí haber aprendido a respetar las decisiones de otras personas, pero creo que no fue así.

No os miento, mis sentimientos siguen (creo que eso fue obvio, ¿no?), pero pues de cualquier modo, la decisión vuelve a ser vuestra…

Dios… ¿por qué me preguntáis eso?¿por qué necesitáis saber que opino de un momento que tal vez inconscientemente yo había estado esperando desde ése martes en que prometí no volverme a meter; qué opino de lo tonta que soy por seguir aferrada a algo que me hizo tanto bien hace poco más de un año y que a pesar del tiempo y de la distancia entre vosotros nunca pude superar; qué opino de mis disparatadas ideas que simple y sencillamente no se a donde me llevan: si directo al manicomio o camino al infierno? ¿Queréis saber qué opino? Creo que deberíais ver mis ojos en este momento: ellos son los únicos que pueden comunicaros fielmente lo que cruza por mi alma pues estas palabras se han vuelto superfluas e innecesarias.

No es nada más lo que pienso del beso lo que mis ojos dicen en este momento, es mucho más que eso. Ahora las palabras son como un vino sin esencia, como un mar sin profundidad alguna...

Tomaos todo el tiempo que queráis, llano y simple: el amor verdadero espera… Sin embargo… tengo derecho a guardar silencio, si no lo uso todo lo que diga puede y será usado en mi contra. Me reservo el derecho a preguntar cuando realmente me sea totalmente necesario: creo que puedo controlar mi curiosidad a un punto tal que podría ser confundido con indiferencia; espero que vos no lo toméis así.

Creedme, la espera es tortuosa; es un camino de espinas que he de recorrer, aunque al final pueda parecer que el viaje ha sido en balde… pero no será así. Confío en vos.

Vuestra por la eternidad...

Hoy vuelvo a ser libre...

"Qué rápido pasan dos días" pienso cuando veo el calendario. Recuerdo entonces nuestras últimas palabras. Y sin embargo, a pesar de todo lo pasado, hoy puedo respirar tranquila.

"Es tiempo de crecer, de madurar, de cerrar ciclos, de arreglar mi vida. Hay círculos que nunca debieron abrirse, otros que no debieron cerrarse, otros que hay que poner en pausa y otros que no debieron haberse puesto en ese estado. Lo único por hacer es remediarlo..."

Miro seis meses atrás y aún me sorprende lo tonta que llegué a ser. Regreso al presente y entonces suspiro y me digo "hay condenas que liberan; libertades que condenan; y por supuesto, indecisiones que nos condenan a una semi - libertad imaginaria, que solo son fantasías inocuas, que en el fondo sabemos que solo tratamos de ignorar o evadir nuestra responsabilidad para con nosotros mismos..."

Por eso hoy digo que vuelvo a volar, pues he roto las cadenas de algunas de ésas fantasías, con aquellos remordimientos. Y sin embargo me condeno también a la incertidumbre que acosa a todos aquellos que deciden actuar: ¿Qué hubiera pasado si...?

Y sin remordimientos y con conocimiento de causa tengo el espíritu en paz después de muchos meses de un idilio entre mi conciencia, mis emociones y mis lealtades. Me siento plena hoy que empiezo una nueva etapa en mi vida, una en la que terminaré de definirme como persona, como mujer, como ciudadana.

Porque es posible que por mi temperamento y carácter soy una persona que tiende a estar sola, pero la soledad no me asusta ni me incomoda; porque sé que nunca estoy sola: siempre estoy conmigo misma.

Hoy que empieza el resto de mi vida me doy cuenta y entiendo porqué en todos los idiomas la primera persona siempre es YO.

Hoy no dependo de nadie más que de mí para sonreír, para llorar, para respirar y sentir hasta la última célula de mi ser.

Hoy soy yo la que interesa, la que decide, la que es firme y no le teme a nada, ni a la Muerte, ni al Error, ni siquiera a Dios...

Hoy pienso, preveo, decido, intuyo, digo y actúo, aun si eso significa dejar suceder las cosas como vengan, pues aun no actuar es decisión y acto a la vez...

Hoy no escucho nada, solo el eco de mi propia voz, la contundencia de mis conclusiones. Hoy bailo al ritmo de mi corazón, al tempo de mis emociones. Hoy no veo las miradas de la gente, sino solo mi mirada en el espejo fiel a la imagen, que se aprueba o sanciona a sí misma.

Hoy solo existo yo, mí misma, conmigo...

La última y adiós...

"La vida no es ni blanca ni negra, hay miles de matices de gris que son los que nos hacen crecer"...

No. Definitivamente no estoy como para hablar de policromatismos en este momento. Ahora solo quiero morir. A LO QUE FUI, A LO QUE SOY, A LO QUE NUNCA SERÉ.

Porque "seamos realistas y hagamos lo imposible" nunca fue una frase posible, porque puedo romper paradigmas, para entrar en otros más grandes.

Porque reitero lo dicho... "Cada día tengo menos motivos para estar aquí, sin embargo, quiero quedarme y reparar los errores cometidos. Cada día se acumulan lágrimas que amenazan con salir, pero mi conciencia me dice que las combata a morir..."

Porque cada día siento que me voy quedando relegada, que tengo que volar a un paso que es demasiado rápido para mí, pero que para el mundo va excesivamente lento.

Porque no es que viva en función de otras personas, sino que simple y llanamente me voy quedando sola, en una carrera que sé que no podré terminar, "porque a veces la soledad no es lo que uno desearía, sino una prueba que no toda la gente es capaz de superar..."

Porque a pesar de querer no llorar, con cada lágrima que se rompe en mi almohada o se reprime en mi mirada, una parte de mí se va muriendo.

Porque, de nuevo, vivo en un mundo realista en el cual una idealista como yo, tiene que tratar de aterrizar sus sueños, para que si algún día se tropieza y cae, el golpe no sea tan fuerte, que le enseñe, pero que le permita levantarse de nuevo... el problema es que no sé cómo levantarme, que me dolió el golpe que me dí y que no sé cuanto tiempo tardaré en sanar...

Porque sé que no debí confiar tanto, que no debí precipitarme, pero el hubiera no existe muy a mi pesar...

Porque a veces no puedes evitar ser quien eres y cómo eres, por más que lo desees...

Porque el ser humano cambia y se adapta, y quien no lo logra se queda en el camino, y parece ser que ya me quedé atrás...

I still don't understand what about anything, being you the topic that confuses me most. Yep, it's kind of strange that one day you say something and the next day you act in the totally opposed way. Would that be considered as hypocrisy? I don't really know. I mean, I would hate to say that you're a hypocrite, but right now I don't know what to think. I might have known you once, but time changes people, and a month apart really did you in.

So... Here I am, trying to solve this puzzle you've become. the worst bit of it is that you don't want to give me a clue as what's happened. I may imagine what the reason for you to change so... overnight might have been, but it would be pure perception. Right now I need the truth. I must know reasons, be them personal or universal. Therefore, I'll build my own truth. Glued together by perceptions if it may, but still based on facts.

I miss you. I trusted, and I don´t want to think that you broke my trust. I don´t really know if you trusted in me, but that's beside my point.

Perhaps this is the normal process of mourn, but I still don´t want to loose. It'd be a shame for us to end our friendship this way. I repeat: I want to talk, set the cards on the table and openly tell what's right or wrong, depending our points of view. The question here is: DO YOU WANT TO?

“¡Piedad!” Grita mi alma que en silencio se desgarra. Dádle al menos una oportunidad de deciros lo que cruza por su turbada existencia.

“¡NO, por favor!” susurra al punto en que vuestra mirada la acribilla con indiferencia. Tal vez debí advertirle que pensé que aquello no duraría, pero la verdad es que jamás imaginé que todo pasaría así, tan de lejos, con tal frialdad, con una apatía que mata. Creyó en algo que se tornó tan volátil, tan efímero, pero que al principio le llenaba de alegría, de una vitalidad que hacía largos siglos no sentía…

“¿Es que acaso fui tan mala contigo?” es una pregunta que ella misma se hace cada vez que pasáis cerca y no la miras, y que ahora con remordimiento os hace. Lo intenté todo por convencerla de lo contrario, porque en el fondo sigue siendo una niña pequeña e indefensa, que cree que si lo niega y lo esconde entonces no existe. No me hizo caso y por ello paga las consecuencias. Sin embargo aún mantiene la fe en que las cosas puedan ser como antes.

“Yo te quise… te quiero aún, pero tú… ¿qué sucede? ¿Es qué no lo ves? ¿No te das cuenta que te extraño demasiado, que quisiera que me perdonaras por todas mis fallas, por estorbaros de vez en cuando?” y llora. Con un sentimiento de desolación que la invade cada vez que quiere acercarse, pero vuestra mirada y nuevo acompañante se lo impiden terminantemente.

“Comprendo que salgo sobrando, ahora que tienes a alguien que rodea tu cintura con sus brazos, que seca cada lágrima tuya con sus besos, que borra cada instante de soledad de tu vida con sólo tomar tu mano. Pero mi existencia no ocuparía tanto espacio ni tiempo como crees… soy de bolsillo para tu conveniencia…” Ésa es su filosofía cada vez que la empujáis a un lado y vuestra aura le grita ‘No tengo tiempo. En este momento no te puedo atender, deja tu mensaje o haz una cita con mi agenda’.

“Me dijiste que era tu mejor amiga. ¿Por qué ahora no quieres ni hablarme? ¿Qué fue lo que hice mal? ¿Es qué ya no me quieres?” solloza con su delicada voz. La abrazo y le susurro palabras de consuelo, tratando de hacer que su dolor sea menos intenso, aunque sé de sobra que no lo conseguiré jamás, que mi presencia no es lo que necesita.

“Si quieres que te dé tu espacio, no tenías porque hacérmelo saber de tan cruel manera. Pudiste habérmelo dicho, hubiera entendido mejor de lo que piensas. Hubiese podido manejarlo mejor, pero ¿ves?, aún sigo aquí tratando de explicarme algo que no sé…”. Lanza un suspiro lleno de una melancolía que se contagia y hace que se rompa el corazón. Se acurruca en su santuario, el que ella misma creó para que al menos en sus sueños, las cosas sean como ella quisiera…

People say that everything has its own place in life just because it exists. But my question here represents a deal. If I ever lost my place, would I stop existing?

I say this question is a deal because I still feel myself so corporeal, so present, so here; yet I also feel so ethereal, so forgotten, so absent too.

Or perhaps it is just that my time here has come to its end?, that my turn to fly away from anything that someday in the past fastened myself to my existence?

This change is not sudden. It is a situation that works very arsenic - like, but one thousand times worse. Because arsenic is a poison for someone's body, yet, even though the body dies, the soul is still intact. You'll need to worry when the body's alive, but the soul is being ripped to pieces, fails to breathe, or it chooses to leave bit by bit. And it is more dangerous when we are conscious about it, because then you come to halt in a disjunction: Live and hate OR die and forget.

So here I am, still trying to win my time from time itself so I can decide, but paying a high price for my insolence...

Each day I'm running out of reasons for staying, but I still want to try and correct any mistake I made.

Each minute I store tears that threaten to leak, yet my brain tells me to fight them back.

Each night of peaceful dreaming becomes a nightmare, because my demons play with mi unconsciousness, making me feel like I'm drowning in the middle of a huge whirl in the ocean.

...

Hola ninia... je, sé que me tardé en responder, pero ps ske no sabía cmo hacerlo... hoy me arme de valor, asi ke aki stoy, escribiendo las cosas ke vienen directamente a mi cabeza. Tu sabs perfecto ke no siempre digo las cosas cmo deberían decirse y por ende termino lastimando a las personas, o digo cosas ke no debería, pero ps la vdd ske no puedo kedarme callada una vez ke empiezo a decirlas.

Pues... te diré... no sé, cnmigo no pasa nada, pero no sé si puedo decir lo mismo contigo. La neta ske cmo ke me he dado cuenta ke no encajamos tn bn como creíamos.

No me malinterpretes, tu personalidad es muy explosiva, vibrante y llena de energía, sin embargo siento ke parte de mí no se cree todo lo ke ve.

He de confesar ke la extraña amistad ke tenemos (?) no me hace sentir del todo... cómoda. Digamos ke algo dentro de mí sabía a la perfección ke solo fui una tercera rueda entre Iker y tu.

Sí, sé ke no deberiamos meterlo en esto, pero, lamento decirtelo, él siempre estuvo en medio. ¿Recuerdas que el día (o mejor dicho, la mañana) en la que me quede a dormir en tu casa te dije que se notaba a leguas que si sentías algo más por él? Bueno, pues la verdad ahora que te escribo, tngo mil motivos para sospechar que lo que yo sentía era cierto.

Whatever happened to "friends before boys"? fue algo que pensé cuando los vía abrazados el jueves. Aunque el viernes me dí cuenta que aquella frase no aplicaba en absoluto, porque efectivamente: yo llegué mucho después que él.

No te miento, y espero que sepas que lo que sigue no es con intención de hacerte sentir mal ni mucho menos: siempre estuve fuera con ustedes dos. No se los reprocho en lo más mínimo, de alguna u otra forma, sé ke debí habérmelo esperado.

Dirás que soy exagerada. No eres la primer persona que me lo dice, pero pues la verdad es como es y no hay algo que yo pueda hacer al respecto. Es muy subjetiva la forma en la que percibimos la exclusión, no crees?

Regresando al asunto en cuestión... ps la verdad es ke no tngo nada que perdonar, salvo decirte que si tan amigas somos sí me dolió un tanto que no pudieras decirme la verdad, y peor que al principio me alentabas a intentar algo con él. (Agradezco a mi intuición haber hacho caso omiso de todo).

Desde el lunes te he sentido un tanto hostil hacia mí. La verdad es ke no sé ke fue lo ke paso entre nosotras, al menos todo parecía ir bien hasta antes de aquella fatídica fiesta. O será que de nuevo exagero?

Estoy abierta a hablar en el momento en que tu así lo decidas, solo ke no seré yo quien de el primer paso (nunca he sido buena en ellos). Puede ser ke me llamen orgullosa, y que me falta humildad (eso sí me lo dijiste textual, recuerdas?), sin embargo es un excelente método de defensa.

Olvidaré, de eso estoy segura, aunke no se cuanto tiempo me lleve eso. La falta de confianza esta perdonada, pero aun duele.

He cometido muchos errores, algunos puedo enmendarlos, otros causaron un daño irreparable, otros tantos pueden pasar inadvertidos, sin embargo todos esta ahi.

Entonces no me keda nada mas que preguntarme que es lo que puedo pensar acerca de todo? DE LO ÚNICO QUE NO SE PUEDE DUDAR ES DE LA DUDA MISMA, NO?

Meli